La gestión ambiental nos permite implementar requisitos ambientales y diseñar nuestros procesos para usar los recursos de la manera más eficiente posible y, por lo tanto, ahorrar en costos. También nos ayuda, cada vez en mayor medida, a crear valor agregado para nuestros clientes con productos y servicios ecológicos. Por último, pero no menos importante, garantiza que asumamos nuestra responsabilidad hacia el medioambiente con seriedad.