No hay dudas en Fresenius Medical Care Argentina de que hay mucho que decir a favor de la combinación de diálisis con ejercicio físico. “Uno puede darse cuenta simplemente por el cambio en el estado de ánimo de los pacientes”, explica Liliana Pinelli, directora médica de la clínica de diálisis de la compañía en Pilar, a 50 kilómetros de Buenos Aires. Aquí, como en otras clínicas, hay movimiento durante la diálisis, literal y figurativamente. Los pacientes ya no se sientan a mirar televisión durante horas, sino que están activos, hacen ejercicios juntos y conversan entre ellos. Se ríen, mueven sus cuerpos, se dan ánimo y hacen bromas con los enfermeros, a veces también nos sumamos nosotros. “La clínica verdaderamente cobra vida” como lo expone Liliana Pinelli. “Debido a que estamos constantemente en movimiento, el tiempo necesario para el tratamiento pasa mucho más rápido y es divertido”, explica Leonardo, de 34 años mientras levanta una pesa ligera.
Estudios publicados también avalan los efectos beneficiosos del ejercicio físico durante la diálisis. Por ejemplo, está comprobado que el deporte incluso aumenta la eficacia de la purificación sanguínea. También hay evidencias de que el ejercicio físico actúa como antidepresivo, ya que los pacientes aumentan el nivel de energía y mejoran el estado físico general, lo que les brinda mayor autonomía y confianza en la vida diaria. “Esta es la razón por la cual fomentamos este programa” afirma Gabriela Cannatelli, directora ejecutiva de Fresenius Medical Care Argentina, “porque congenia perfectamente con la idea básica de un tratamiento que se enfoca en el paciente y sus necesidades”.